En la actualidad las herramientas que nos
brindan las nuevas tecnologías son utilizadas sin algún tipo de límite, y más
cuando se trata de crear imágenes en un mundo regido por ellas y que parecen
indispensables, donde lo que nos muestran es un modelo a seguir para la
población.
Lo que sucedió con Keira Knightley,
pienso que es uno más de los tantos casos en los que no únicamente los famosos,
sino también la sociedad entra en este juego de apariencias, en el cual están
dispuestos a modificar su imagen ya sea de manera virtual o física para poder
llegar a satisfacer los cánones de belleza que se nos han impuesto en los
diferentes medios de comunicación.
Programas como el Photoshop, son de gran
ayuda para el diseño, corrección y mejora de las imágenes, el problema es
cuando éstas se llegan a modificar de tal manera que lo que vemos ha perdido su
autenticidad y salta completamente de la realidad. Debemos ser lo
suficientemente críticos y observadores para distinguir que las imágenes que en
ocasiones se nos muestran como verdaderas no lo son, y aprender que no porque
una imagen diga más que mil palabras, ésta siempre nos dirá la verdad.
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